cuentos zen cortos para reflexionar
domingo, 5 de agosto de 2018
El Secreto de la Serenidad
Un día Tsin Shih le preguntó a su maestro cual era el secreto de su imperturbable serenidad, a lo que este respondió:
- Cooperar incondicionalmente con lo inevitable.
- Explíquese maestro - dijo todavía confuso su joven alumno.
lunes, 2 de abril de 2018
Cuento Zen; ¿Avisarías a los personajes de tu sueño?
El discípulo se reunió con su mentor espiritual para indagar
algunos aspectos de la Liberación y de aquellos que la alcanzan. Departieron
durante horas. Por último, el discípulo le preguntó al maestro:
-¿Cómo es posible que un ser humano liberado pueda permanecer tan
sereno a pesar de las terribles tragedias que padece la humanidad?
El mentor tomó entre las suyas las manos del perplejo discípulo, y
le explicó:
Los dos esclavos
Una vez el sultán iba cabalgando por las calles de Estambul,
rodeado de cortesanos y soldados. Todos los habitantes de la ciudad habían
salido de sus casas para verle. Al pasar, todo el mundo le hacía una
reverencia. Todos menos un derviche harapiento.
El sultán detuvo la procesión e hizo que trajeran al derviche ante
él. Exigió saber por qué no se había inclinado como los demás.
El derviche contestó:
domingo, 1 de abril de 2018
Cuento Taoista; Soñando
El gran maestro Chuang Tzu soñó una vez que era una mariposa
revoloteando aquí y allá. En el sueño no tenía conciencia de su individualidad
como persona. Era sólo una mariposa. De pronto, se despertó y se encontró ahí
acostado, una persona otra vez. Pero entonces pensó para sí mismo:
Cuento Taoista; El árbol inútil
Mientras Lao Tzu viajaba con sus discípulos, llegaron a un bosque
donde varios leñadores talaban árboles. El bosque se había reducido apenas a un
gran árbol con centenares de ramas. Era tan grande que cien personas podían
sentarse cómodamente bajo su sombra. Lao
Tzu les dijo a sus discípulos que preguntaran por qué ese árbol no había sido
talado. Uno de los leñadores contestó: "Es inútil. No se puede hacer nada
con él porque las ramas tienen demasiados nudos. Tampoco se puede usar como
combustible porque el humo es peligroso para los ojos. Este árbol no sirve para
nada, por eso no lo hemos cortado”. Cuando
los discípulos le contaron la respuesta del leñador, Lao Tzu se rió y dijo:
Cuento Zen; ¿Quién muere?
“La esencia de tu Ser no nació, y por esto no podrá nunca morir.
No es una existencia que pueda caducar. No es un vacío ni un hueco.No tiene
forma ni color. No disfruta de placeres y no sufre dolores.”
Cuento Zen; Que tu luz no se apague
Un estudiante de Tendai, una escuela filosófica del Budismo fue al
templo Zen de Gasan para ser su alumno. Años después, cuando se preparaba para
marcharse, Gasan le advirtió: “Estudiar la verdad especulativamente es útil como manera de coleccionar material de enseñanza. Pero recuerda que a menos que
medites constantemente, tu luz de verdad podría apagarse.”
Cuento Zen; Camino embarrado
Dos monjes budistas andaban juntos por un camino embarrado mientras llovía intensamente. Al llegar a un recodo, vieron a una hermosa joven con kimono de seda, que no se animaba a cruzar un charco.— Vamos, niña — dijo inmediatamente uno de los monjes y,
levantándola en brazos, la llevó del otro lado.El otro monje guardó silencio hasta la noche, cuando llegaron a un templo en que alojarse. Entonces, ya no se pudo contener:— Los monjes — dijo — no nos acercamos a las mujeres, sobre todo sison jóvenes y hermosas. Es peligroso. ¿Por qué has hecho eso?— Yo he dejado allá a la muchacha — repuso el otro — ¿Tú todavía la traes contigo?
Prisionero
Un ex-convicto de un
campo de concentración nazi fue a visitar a un amigo que había compartido con
él tan penosa experiencia;
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