29 CUENTOS ZEN CORTOS PARA REFLEXIONAR

miércoles, 18 de mayo de 2022

Cuento Zen; Todo está bien


Una tarde, un discípulo intrigado le preguntó a su mentor: 

– Maestro, ¿Nunca te acontecen situaciones difíciles o que no puedes resolver? No entiendo como es que siempre dices; “Está bien, todo está bien”, en todo momento que se te pone al corriente de alguna contrariedad o se te presenta alguna vicisitud. 

El maestro sonrió y con una mirada apacible dijo: 

– Es que cuando todo está bien, está bien. 

– Pero, ¿Por qué? ¿Cómo es posible que siempre todo este bien? -preguntó escéptico e incluso un poco irritado el discípulo.

El maestro explicó: 

– Porque cuando no puedo solucionar una situación en el exterior, la resuelvo en mi interior, cambiando de actitud hacia esa circunstancia. Simplemente cambio o corrijo todas las cosas que dependen de mí, y las cosas que no puedo cambiar las acepto y me adapto a eso. Ningún ser humano puede controlar todos los escenarios o situaciones externas que se les presentan, pero sí puede aprender a controlar su actitud y emociones ante las mismas. Por eso, para mí, todo está bien.


martes, 2 de abril de 2019

Cuento Zen; El arquero y el monje




Después de ganar varias competencias de tiro al blanco, el joven y presumido campeón, desafió a un maestro del Zen famoso por su habilidad como arquero. El joven demostró una habilidad técnica muy buena cuando impactó el centro del blanco en su primer intento. Su segundo tiro era igual de perfecto y dijo al anciano:

El hombre de vida inexplicable





Había una vez un hombre llamado Moyut. Vivía en una aldea en la que había obtenido un puesto como pequeño funcionario y parecía muy probable que fuese a terminar sus días como inspector de pesos y medidas. Una tarde, cuando estaba caminando por los jardines de un viejo edificio cerca de su casa, el Jádir -misterioso guía de los sufíes- se le apareció vestido con una túnica de brillante verde. Moyut se encontró con el Jádir y el Jádir le dijo:

domingo, 5 de agosto de 2018

El Secreto de la Serenidad

El secreto de la serenidad

Un día Tsin Shih le preguntó a su maestro cual era el secreto de su imperturbable serenidad, a lo que este respondió:
- Cooperar incondicionalmente con lo inevitable.
- Explíquese maestro - dijo todavía confuso su joven alumno.

lunes, 2 de abril de 2018

Cuento Zen; ¿Avisarías a los personajes de tu sueño?


El discípulo se reunió con su mentor espiritual para indagar algunos aspectos de la Liberación y de aquellos que la alcanzan. Departieron durante horas. Por último, el discípulo le preguntó al maestro:

-¿Cómo es posible que un ser humano liberado pueda permanecer tan sereno a pesar de las terribles tragedias que padece la humanidad?
El mentor tomó entre las suyas las manos del perplejo discípulo, y le explicó:

Los dos esclavos


los dos esclavos

Una vez el sultán iba cabalgando por las calles de Estambul, rodeado de cortesanos y soldados. Todos los habitantes de la ciudad habían salido de sus casas para verle. Al pasar, todo el mundo le hacía una reverencia. Todos menos un derviche harapiento.
El sultán detuvo la procesión e hizo que trajeran al derviche ante él. Exigió saber por qué no se había inclinado como los demás.
El derviche contestó:

domingo, 1 de abril de 2018

Cuento Taoista; Soñando



El gran maestro Chuang Tzu soñó una vez que era una mariposa revoloteando aquí y allá. En el sueño no tenía conciencia de su individualidad como persona. Era sólo una mariposa. De pronto, se despertó y se encontró ahí acostado, una persona otra vez. Pero entonces pensó para sí mismo:

Cuento Taoista; El árbol inútil


el arbol inutil Mientras Lao Tzu viajaba con sus discípulos, llegaron a un bosque donde varios leñadores talaban árboles. El bosque se había reducido apenas a un gran árbol con centenares de ramas. Era tan grande que cien personas podían sentarse cómodamente bajo su sombra. Lao Tzu les dijo a sus discípulos que preguntaran por qué ese árbol no había sido talado. Uno de los leñadores contestó: "Es inútil. No se puede hacer nada con él porque las ramas tienen demasiados nudos. Tampoco se puede usar como combustible porque el humo es peligroso para los ojos. Este árbol no sirve para nada, por eso no lo hemos cortado”. Cuando los discípulos le contaron la respuesta del leñador, Lao Tzu se rió y dijo:

Cuento Zen; ¿Quién muere?



Bassui escribió la siguiente carta a uno de sus discípulos que estaba a punto de morir.
“La esencia de tu Ser no nació, y por esto no podrá nunca morir. No es una existencia que pueda caducar. No es un vacío ni un hueco.No tiene forma ni color. No disfruta de placeres y no sufre dolores.”

Cuento Zen; Que tu luz no se apague


Un estudiante de Tendai, una escuela filosófica del Budismo fue al templo Zen de Gasan para ser su alumno. Años después, cuando se preparaba para marcharse, Gasan le advirtió: “Estudiar la verdad especulativamente es útil como manera de coleccionar material de enseñanza. Pero recuerda que a menos que medites constantemente, tu luz de verdad podría apagarse.”